Ahora, ¿qué era eso de "Fijar"?
Puede ocurrir que tenga más ventanas abiertas que espacio en su escritorio. En este caso, tiene tres posibilidades:
Dejar todas las ventanas abiertas (escritorio desordenado)
Minimizar las ventanas que no necesite en el momento y usar la barra de tareas o Alt-Tab para cambiar entre ellas (¡aún un poco confuso y demasiado trabajo!)
Recomendado: Hacer lo que un sistema operativo de verdad hace cuando no hay memoria física suficiente: usar memoria virtual, en este caso escritorios virtuales.
¡Lo tercero es la mejor forma de hacerlo! KDE puede manejar varios escritorios diferentes, cada uno con sus propias ventanas. La configuración por defecto proporciona cuatro escritorios. Se puede cambiar entre los escritorios virtuales de forma sencilla con un clic en uno de los botones de escritorio del panel. También con Ctrl-F1...F8 se le mostrará el escritorio correspondiente de forma instantánea, o con Ctrl-Tab se circulará entre los escritorios. Por último, si mueve el ratón a una esquina de la pantalla y lo mantiene allí un tiempo, KDE cambiará al escritorio que se encuentre en la dirección que indicó.
Los escritorios virtuales son muy agradables. Sin embargo, en ocasiones puede desear que una ventana esté presente en todos los escritorios. Esto podría ser por ejemplo el caso de una pequeña ventana de charla, una alarma o cualquier otra cosa. En este caso, puede usar el anteriormente mencionado botón "Fijar" que clavará la ventana en el fondo para que aparezca en cada escritorio virtual.
El botón de fijar puede usarse también para mover una ventana de un escritorio virtual a otro: pulse el botón de fijar en la ventana, cambie a otro escritorio y libere el botón pulsando otra vez sobre él. Es más fácil si usa el menú de contexto de la ventana en la barra de tareas (elemento de menú "Al escritorio actual") o la opción "Enviar a" del menú de operaciones de la ventana.