2. Un disco de arranque

La primerísima cosa que necesitará en caso de que su sistema no pueda arrancar más desde el disco rígido será un disco de arranque. Este le permitirá arrancar su sistema y poder deshacer, en cuestión de minutos, aquello que hizo que su sistema no se pueda utilizar más.

[Nota]Nota

También puede usar el Modo de Rescate del CD-ROM de instalación de Mandrakelinux para arrancar su máquina y realizar algunas tareas de mantenimiento, pero un disquete de arranque le puede resultar útil de todas formas (por ejemplo, si su máquina no soporta arrancar desde la unidad de CD-ROM).

2.1. Creando un disquete de arranque desde la consola

Abra una terminal y teclee lo siguiente como root:

# mkbootdisk --device /dev/fd0 `uname -r`

y presione Intro, luego siga las instrucciones que se presentan en pantalla.

El parámetro --device [dispositivo] le dice a mkbootdisk el dispositivo sobre el cual Usted desea escribir el disquete de arranque. En nuestro ejemplo hemos elegido /dev/fd0, que es la primer disquetera en el sistema. En un 99,9% de los casos eso debería funcionar, si no funciona en su caso simplemente elija el dispositivo correcto para su disquetera.

El otro parámetro necesario es [versión_del_núcleo], que le dice a mkbootdisk el núcleo que desea Usted poner en el disquete. En nuestro ejemplo utilizamos `uname -r` que da como resultado la versión del núcleo que está corriendo en la máquina en ese momento. Por lo tanto, el ejemplo dado creará un disquete de arranque en la primer disquetera con el núcleo que en ese momento esté corriendo en la máquina.

Por favor, note que el ejemplo dado creará un disquete de arranque que está basado en su núcleo corriente con todos los módulos que usa ese núcleo.

2.2. Probando el disquete de arranque

Pruebe siempre su disquete de arranque para asegurarse que realmente funciona. Hay pocas cosas más embarazosas que darse cuenta que el disquete no va a arrancar debido a errores en el mismo. Si el disquete arranca sin problemas entonces... ¡ya está!